Senda Ecológica de Toledo y mirador del valle.

Siguiendo el curso del río Tajo, encontramos una senda que bordea la ciudad de las tres culturas. Un camino peatonal con zonas  pavimentadas y otras de sendero que te ofrece unas bellísimas vistas de Toledo desde diferentes ángulos. 
Como todos sabemos, la ciudad se encuentra rodeada en tres cuartas partes por el rio Tajo y por un valle que ha hecho que este enclave sea el idóneo para vivir en paz y protegerse de las invasiones exteriores.
La mejor época para recorrer la senda ecológica del Tajo es la primavera o el otoño, evitando de este modo las temperaturas a veces extremas en las estaciones de verano e invierno. La flora y la fauna que podremos observar a lo largo del recorrido es de una gran riqueza.
Aunque, todo hay que decirlo, un día de invierno soleado que por la noche nos deja temperaturas gélidas permite que durante el día hagamos este camino, abrigados pero disfrutándolo.

 
Partimos del aparcamiento del parque Safont, tras cruzar la ronda del Granadal y pasar por la Avenida de Castilla la Mancha, llegamos al puente de Alcántara, un puente romano en arco construido entre los años 103 y 104 que cruza el río Tajo. Una inscripción repetida a ambos lados del arco indica que fue construido en honor al emperador romano Trajano, nacido en Hispania.



En el siguiente puente ya comienza propiamente la senda ecológica, un adaptado para todo el mundo que va a orilla del río Tajo.

 
Justo enfrente tenemos el Cerro del Bú, en cuya cima se encuentra un yacimiento arqueológico y en sus vertiginosas paredes se practica la escalada deportiva.


Continuamos la senda y en la plaza de la Revuelta, haremos un brusco giro a la izquierda y bajaremos por unas escaleras para llegar a la casa del Diamantista en la que cuenta una leyenda que vivió José Navarro uno de los pocos orfebres capaces de trabajar diamantes y piedras preciosas a finales del siglo XIX y que fue el autor de la corona de Isabel II.
Si queréis conocer en detalle la leyenda ir AQUÍ.

Al salir de la casa un pequeño barco te traslada al otro lado del río (si tenéis suerte y está funcionando), al barquero habrá que darle una propina, lo que uno quiera. En este breve paseo disfrutarán de las vistas del Castillo de San Servando y la casa del Diamantista desde otro punto de vista.

    

Desde el otro lado del embarcadero parte un camino empedrado, es una calzada romana que conduce hasta la ermita del virgen del valle.

 
Ahora la senda se convierte en un paseo bastante ancho con bancos y varias fuentes, un paseo  reformado que invita a pasear.


Nos acercamos de nuevo al río Tajo y al fondo ya vemos el Puente de San Martín.


Podemos pasar por debajo del Puente y subir por unas escaleras o subir  por otras escaleras antes de llegar al puente, cualquiera de las dos opciones os permitirá cruzarlo.

Las vistas desde este puente son muy bonitas


El puente de San Martín, tal y como lo conocemos actualmente es de origen medieval, pero tiene sus orígenes en la época romana, cuando el Camino de Guadalupe unía estas dos ciudades y terminaba a las puertas de Toledo sobre este puente, como en la mayoría de las estructuras monumentales que han salvado el paso de los años, el puente de San Martín no se libró de modificaciones, a finales del siglo XIII se le añadió la Torre sobre la que esta la puerta de acceso, una torre hexagonal diseñada específicamente para la defensa del sitio, más tarde acogiendo otros usos, pues allí es donde se acaba cobrando el pontazgo, el impuesto medieval por cruzar puentes.


Podemos apreciar desde esta orilla el monasterio de San Juan de los Reyes. Muchos lo consideran uno de los templos góticos más bellos de España. Concebido como el lugar donde se enterrarían los Reyes Católicos su majestuosidad no deja indiferente a nadie.
Ahora viene la parte de la ruta más anodina ya que para volver lo haremos al lado de la carretera del valle donde veremos numerosos hoteles y haciendas de gran tamaño (llamadas Cigarrales), muchas de ellas están acondicionadas como lugares de celebraciones de eventos y ocio nocturno.

Llegamos a uno de los muchos miradores que hay desde este lugar, y por el cual nos hemos decidido volver por este camino, nos ofrece una vista panorámica de la ciudad sencillamente impresionante.


Un poco más adelante tenemos la ermita de la Virgen del Valle, la romería más populosa de las celebradas en Toledo tiene como protagonista a una de las zonas más visitadas de la ciudad, y desde la que se contempla la mejor de las vistas panorámicas. “La Virgen del Valle” reúne todos los 1 de mayo a miles de toledanos y venidos de los pueblos de alrededor en una fiesta que comienza la noche del 30 de abril.

La Romería a principios del siglo XX

Continuamos por la carretera del Valle y antes de llegar al Cerro del Bú, tendremos otra impresionante vista panorámica de la ciudad imperial.


Si queréis os podéis desviar al Cerro del Bú para ver los yacimientos arqueológicos de la zona, estamos hablando del que podría ser el poblado más antiguo de Toledo, del segundo milenio antes de Cristo.
Seguimos el descenso hasta llegar de nuevo al puente de Alcántara después llegar hasta el aparcamiento, donde daremos por concluida la ruta de hoy.

Un apunte, no dejéis de visitar la ciudad ya que estáis aquí, en navidad es muy bonita ya que iluminan todas las calles del casco viejo.


Toledo por la noche es otra maravilla.



Espero que os guste.

DATOS DE LA RUTA:
IBP=30
Distancia Total : 8.65 Km.
Desn.  subida :  199 m.
Desn.  bajada :  199 m.
Altura máxima : 539 m.
Altura mínima :  448 m.
Tiempo total :  2:30:15 h  
Dificultad: Fácil.

PERFIL DE LA RUTA:
 



https://www.luzdeltajo.net/lifestyle/articles/la-senda-ecologica-una-ruta-desconectar-familia/
https://www.destinotoledo.com/senda-ecologica/

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