Cortados de Titulcia - Mina Consuelo

La mina Consuelo, (Término municipal de Chinchón), constituye uno de los más bonitos paisajes subterráneos de la Comunidad de Madrid, para mi desconocida hasta hace unos pocos días, resultó toda una experiencia visitarla.
Me llegan informaciones de que el dueño de la finca ha prohibido el acceso, demasiada afluencia pueden haber ocasionado problemas.
 

Partimos desde el inicio de la senda del Soto de Bayona, senda que recorre inicialmente la ribera del río Jarama, donde cuenta con mesas y bancos en los que parar a descansar, comer o simplemente disfrutar del entorno.


Poco más adelante nos encontramos un observatorio de fauna desde el que se pueden observar y escuchar aves y otros animales asociados a este curso del agua.


El río está lleno de vida, es  primavera y no se deja de oír el canto de los pájaros, anfibios y demás fauna que tiene aquí su perfecto hábitat.




A continuación la ruta asciende a la parte alta de los cortados yesíferos y lo haremos por un pequeño barranco, que nos situará en la parte alta de dichos cortados.

Llegamos al final de la ascensión y nos topamos con la Cañada Real Galiana.
Se denominan Cañadas Reales a aquellas cañadas castellanas de uso tradicional, reguladas por edicto real de Alfonso X el Sabio en 1273.

Si bien los caminos trazados por las cañadas luego conocidas como reales eran recorridos usados desde el antiguo por el pastoreo trashumante, el decreto de Alfonso X perseguía la regulación, ordenación y protección de ciertos caminos que por su importancia, uso o ubicación merecían ser preservados de posibles violaciones. Así, junto con la creación del Concejo de la Mesta, quedaron definidas las cañadas reales.

Una cañada real debía tener una anchura de 90 varas castellanas (72,22 metros) y tenían la característica de ser trazados de muy largo recorrido (más de 500 km) y discurrir principalmente en dirección norte–sur con las lógicas limitaciones que impusiera la geografía.

La Cañada Real Galiana discurre entre La Rioja y Ciudad Real (también es conocida como Cañada Real Riojana). Nace al Sur de la Rioja y recorre las provincias de Soria, Guadalajara, Madrid, Toledo y Ciudad Real. 

Ahora viene un tramo algo tedioso, ya que tenemos ante nosotros unos 4Km de camino anodino por la vía pecuaria. Pasaremos al lado de algunas edificaciones y en mi caso no me crucé con ningún vehículo, pero pudiera ser que os crucéis con alguno, ya que hay muchas edificaciones.

Llegados a la altura de la urbanización Valbosque, giraremos a la izquierda en dirección NO por un doble camino de herradura y sobre unos 200 metros más adelante, abandonarlos dirección O para ir en busca del barranco de la Purga, que es por donde bajaremos.

El sendero no es apreciable al principio, pero luego ya se hace más evidente. Llegado un momento iremos por el fondo del barranco (que es el lecho de un arroyo) y que ahora se encuentra espectacular, Jaras, Tomillo, Cantueso, etc brotan por miles en su recorrido.

En una curva nos encontramos un pequeño afloramiento de sulfato de sodio que veremos más adelante en la mina.

Salimos del barranco y tenemos ante nuestros ojos la rica vega del Jarama y sus distintas explotaciones, agrícolas y mineras.

Ahora llegamos a las tierras de cultivo y con mucho cuidado y pidiendo permiso (si hubiera alguien trabajando dichas tierras) iremos por un pequeño camino en la linde de esas tierras de cultivo.

Aproximadamente tras un kilómetro por ese camino, nos sale un desvío a la derecha con dirección E para girar bruscamente al S y recorrer unos pocos metros en ascenso (está será la única dificultad de la ruta, ya que puede ser un terreno resbaladizo).

Nos encontramos un primer agujero en la roca, pero no haremos caso, no es nuestro objetivo, un poco más adelante ya nos encontramos con la entrada a la antigua mina  Consuelo.


Estamos en una zona de minas de sulfato sódico, así, por ejemplo, algo más hacia el Sur y en los mismos escarpes del Jarama, se encuentran las minas Protectora y Amparo, pero su acceso es más complicado.

Para llegar a Protectora hay que circular por la cañada Galiana y aproximadamente 1 km antes de llegar a la carretera de Chinchón a Titulcia (antigua Bayona) hay que coger un camino descendente hacia las labores (donde observamos solo dos bocaminas). También, como el caso de mina Consuelo, se explotó en su tiempo por cámaras y pilares, pero el volumen de mineral extraído fue de mucha menor entidad. Entre Consuelo y Protectora está mina Amparo.

 
UN POCO DE HISTORIA
Señala el Profesor de la Escuela Especial de Ingenieros de Minas de Madrid AMALIO MAESTRE (1855) que: "Todo el mundo sabe la importancia que el sulfato de sosa tiene en la industria, empleándolo en su estado natural para la fabricación del vidrio y cristal, o bien transformándolo en carbonato de sosa o sea sosa artificial que usos tan multiplicados tiene; uno de ellos, tal vez el más importante, la fabricación de jabones de todas especies".

Hasta entonces el sulfato sódico empleado en la industria del vidrio era la barrilla, obtenida por lixiviación de cenizas, procedentes de la combustión de plantas barrilleras. Destacaba la sosa o barrilla de Alicante (FERNÁNDEZ PÉREZ, 1998).

A mediados del siglo XIX se iniciaría la explotación de sulfato sódico de origen mineral en la cuenca miocena de Madrid. Entre los yesos de la Unidad Salina Central había capas enriquecidas en thenardita y glauberita. Según datos proporcionados por JOSÉ ALDAMA a la Revista Minera en 1850 sabemos que ya había explotaciones de sosa en los términos de Ciempozuelos, Chinchón, San Martín de la Vega y Titulcia, siendo "conocidas empresas del Amparo, Protectora, Consuelo y la Francesa, cuyo Director gerente es Mr. Guillard y que tienen grandes fábricas para la confección de la barrilla en notable escala, siendo uno mismo el criadero de todas ellas o sea una gran capa o banco cuyo espesor llega a 7 u 8 metros y de una extensión de 5 km en longitud, reconocida por labores hechas por otras empresas".

Gracias a
SERGIO YEGROS (1850) sabemos que el sulfato sódico era también un subproducto obtenido en las salinas de Espartinas, en Ciempozuelos, y en las de Carcaballana, en Villamanrique de Tajo.


Asimismo
AMALIO MAESTRE(1855) estudió los criaderos de Colmenar de Oreja para las sociedades Lemosina y Conservadora. Todo ello demostraba el interés que, a mediados del XIX, estaba despertando en la Sociedad este útil producto. El ingeniero de minas SERGIO YEGRÓS en Apuntes sobre salinas (1850) comenta que JOSÉ DURO fue uno de los primeros en dar a conocer las aplicaciones del sulfato sódico en sus fábricas de jabón y vidrio de Aranjuez.

En la Revista Minera de 1858 leemos una noticia recogida de diversos periódicos: "Días pasados se verificó la inauguración de una fábrica de cristalización que la sociedad El Amparo (presidida por el Sr. BERNARDINI) ha hecho construir en las ricas minas de sulfato de sosa que posee, próximas a la estación de Ciempozuelos". Pero para acceder a las labores tuvieron que traer una barca, para cruzar el río Jarama. A estas instalaciones, junto a las labores (con sus evaporadores, caldera de vapor, cristalizadores, etc.), había que sumar la construcción de una fábrica, con su gran chimenea, en Valdemoro, para la elaboración de barrilla y carbonato de sodio. 


En la zona suponemos que cada mina tenía su fábrica, por ejemplo en mapas topográficos antiguos hemos visto
como junto a la estación de Ciempozuelos, justo donde hoy se ubica la abandonada fábrica de piensos de COCSA-PROVIMI aparecía el toponímico fábrica de barrilla. 
Estas factorías aparecen por todo el Sur de la Comunidad de Madrid. BONA (1868 y 1869) describe estas industrias, señalando el número de obreros, máquinas de las fábricas y producción de Mina Consuelo, así como de otras empresas. 
Una visión más optimista es aportada por BONA (1868 y I860) al indicar la presencia en la margen izquierda del Jarama, en el mismo criadero, a las concesiones de las sociedades Compañía Francesa, Consuelo, Protectora y Amparo, señalando que: "Todas han establecido sus oficinas de beneficio, en su mayor parte con bastante acierto e inteligencia, consistiendo en hornos reverberos, hornos de desecación, cristalizadores, maceradores, eras y aparatos de aguas madres. Casi todos tienen sus máquinas de vapor, bastos almacenes y algunas, ferrocarriles de sangre para la conducción de sus minerales (...).


Tal llegó a ser la importancia de la industria barrillera en esta provincia por el año 1865, que sólo en ella se gastaron en muy pocos años 1.600.000 escudos en las concesiones que se dieron, que comprendían 7.932.096 m' de superficie y sostenían a unas 250 familias". Sin embargo, prosigue después, esta importancia vino descendiendo gradualmente. NOMBELA (1994) mediante un estudio profundo de la Estadística Minera señala que en la década de 1860-1870 hubo de media unas 37 explotaciones de sosa (en 1861 y 1864 se superó la cifra de 50), pero que en 1878 habían cesado ya todas ellas (en 1873 mermó ya muchísimo el número de concesiones). Por todo ello pensamos que mina Consuelo estuvo activa, en sus primeros tiempos unos 20-25 años.


Entre 1884 y 1890 volvió a su actividad mina Consuelo; parece ser que en este último año caducaron por ley la mayor parte de las minas de sulfato sódico de Chinchón. La producción quedará paralizada de nuevo hasta 1902 (con la vuelta a la actividad en las minas Consuelo y Espartinas, añadiéndose en 1905 Elvira, sita en Ciempozuelos).

En 1908 no hay producción de sulfato sódico en Madrid (NOMBELA, 1994). Entre 1914-1926 se menciona la existencia de tres minas, en nuestra Comunidad, pero ya no está la de la sociedad Consuelo entre ellas. Según la Estadística Minera de 1919: "La esperanza de actividad en la explotación de los criaderos de sulfato de sosa de Chinchón y San Martín de la Vega ha sufrido una nueva decepción porque la empresa en que aquellas podían fundarse con mayores motivos ha desplazado actuación a otras regiones de España que, al parecer, le ofrecen mejores auspicios". 

Señala PEDRO PÉREZ, Ingeniero Jefe del Distrito, en la Estadística Minera de 1921 que: "Los criaderos de sulfato de sosa (de Chinchón, San Martín de la Vega y Colmenar de Oreja), que han sido intermitentemente objeto de explotación en diferentes épocas, han quedado reducidas, por la paralización de los trabajos, a reservas mineras en espera de mejores tiempos"

MÉTODO PRODUCTIVO :
El sistema de explotación es muy sencillo, consiste en el método de huecos y pilares, cámaras que se conectaban mediante socavones de gran sección con el exterior.  Pensamos que el mineral descendía desde la mina, situada en plena ladera, al fondo del valle del Jarama, por gravedad gracias a una supuesta rampa ubicada al pie de los socavones.

Desde allí se transportaría a la fábrica de disolución y cristalización (fábrica de sulfato sódico=barrilla). Posteriormente el sulfato pasaría a las fábricas de carbonato sódico (sitas en Aranjuez o Valdemoro).

El sulfato de sodio no aparece aquí sólo sino mezclado con yeso. Para obtenerlo puro hay que separarlos
industrialmente. Pensamos que se disolvía el mineral en caliente, con vapor de agua (KINDELÁN y CANTOS, 1946), de ahí la necesidad de las calderas descritas. Posteriormente se aclaraban las lejías formadas, y cristalizaba el sulfato, que luego pasaba a secar. Señala AMAR DE LA TORRE (1866) que esta última operación "ha presentado grandes dificultades,por el crecido gasto del combustible". Según este autor a la operación de secado sigue la incorporación de esta sal con carbón y creta, para fundir la mezcla en hornos de reverbero, operación asimismo muy costosa. El producto obtenido estaba formado por carbonato sódico y otros compuestos, siendo remitido a vidrieros y jaboneros.En la Revista Minera de 1868 se consideran otras dificultades:

  • Las relacionadas con el transporte
  • Por la distancia entre las minas y la estación de ferrocarril.)
  • Por tener que pasar vadeando el río Jarama, en algunas temporadas. 

Sin lugar a duda de todos los problemas planteados el peor fue el precio del carbón de coque. Señala BONA (1868 y 1869) que en Ciempozuelos valía 22 reales el quintal, por ello:"Vieronse nuestros industriales en la necesidad de disminuir sus trabajos, limitándose sólo a conservar sus derechos en las minas, aguardando tiempos más felices". Según recoge NOMBELA (1994) en 1863, una tonelada de barrilla procedente de Gran Bretaña venía a costar 1084,75 reales de vellón, la misma cantidad procedente del valle del Jarama 1399,85 reales de vellón. Como vemos estamos ante el fin de una industria, aunque ya hemos visto como trató de remontar vuelo en algún otro momento.

CONCLUSIONES :
Le explotación intermitente de sulfato sódico en la margen izquierda del río Jarama ha generado algunos huecos mineros de interés. El lugar más relevante lo constituye la mina Consuelo, en Chinchón. Pensamos que se trata de un precioso paisaje subterráneo, con notables valores ecológicos (p.e.: la anidación de aves).

Este paisaje cultural se ha preservado por su alejamiento geográfico, así como por tener acceso a través de una propiedad privada. Es posible su musealización, sin embargo, habría que hacer profundos estudios de estabilidad del macizo rocoso. Se observa una meteorización de los pilares que podrían generar hundimientos. La hidratación/deshidratación de la thenardita/mirabilita es una de las causas de este proceso, también hay que considerar la solubilidad de las sales, cristalización mineral y otros fenómenos de alteración habituales.


Salimos por la otra cavidad de la mina y volvemos por donde hemos venido hasta pasar los campos de labor. Aquí vamos a coger otra pequeña senda para subir por otro barranco distinto al que lo hicimos en la bajada, nos acercamos un instante a la orilla del río Jarama para contemplar sus riberas llenas de vida


Observo que en las copas de los árboles de ribera, hay numerosos nidos de Cigueña.

Iniciamos la subida por el bonito barranco (cuidado en época de lluvía,no deja de ser el lecho de un arroyo) y observo gran cantidad de flora en su trayecto.



Una vez arriba, enlazamos de nuevo con la vía pecuaria y volemos a caminar los 4Km hasta llegar a las inmediaciones del lugar por el que subimos de la senda de Bayona.

Ahora caminaremos por una pequeña senda que nos llevará por la parte alta de los cortados de Titulcia

Ahora vamos por el borde de los cortados caminando con mucha precaución y podemos ver que nos vamos acercando al casco urbano de Titulcia.



No sin antes pasar por el mirador que ha habilitado en la senda el ayuntamiento, os puedo decir que hemos tenido mejores vistas en el recorrido por los cortados que desde aquí.


Por último, entramos en el pueblo y vamos al mirador que tiene en el punto más alto del mismo, (un poco más y no hay nada que mirar ya que esta entre edificaciones y pasa inadvertido si no vas adrede).


Desde luego las vistas desde este curioso mirador no te dejarán indiferente.


Callejeamos por el pueblo hasta llegar al aparcamiento donde damos por concluida esta interesante ruta.
Espero que os guste.

 

DATOS DE LA RUTA:
 
IBP= 60
Distancia Total :   18.13 Km.
Desn.  subida :      384m.
Desn.  bajada :      384m.
Altura máxima :   654 m.
Altura mínima :    500 m.
Tiempo total :       5:10:15 h.
Dificultad:           Moderada

PERFIL DE LA RUTA:







 
Fuente: http://oa.upm.es/10356/1/chinchon.pdf
 



Comentarios

  1. Buenos días. ¿Se sabe como se puede encontrar al dueño de terreno para solicitar permiso para pasar?

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