Nuevo Baztán - Senda Valmores - Olmeda de las Fuentes - Encina de la Pica - Monumento a los Ojos - Tren de los 40 días (Alcarria Madrileña)

Acostumbrados como están muchos madrileños a mirar al norte de la región para sus excursiones, es momento de descubrir un territorio generoso e inspirador ubicado al sureste de la Comunidad. En la siguiente ruta descubriremos la Alcarria madrileña, su inspirador paisaje, sus entrañables pueblos y su magnífico patrimonio cultural. 

Calles empedradas, casas antiguas, fuentes, jardines, iglesias y palacios forman parte de un hermoso casco histórico que ostenta los títulos de Monumento Artístico y Bien de Interés Cultural, todo eso lo podrás encontrar en el punto de inicio de la ruta de hoy en Nuevo Baztán.
Aparcamos en el estacionamiento habilitado en el pueblo y lo primero que nos encontramos es con el habitante mas longevo del pueblo, un árbol singular, la Olma de Nuevo Baztán.

Juan de Goyeneche, conocedor de todas las excelencias europeas y del urbanismo de Madrid, eligió el Olmo como elemento para dar sombra y decoración a las avenidas principales del complejo. La zona además, era un vivo exponente de esta especie, debido a su suelo calizo, lo que conlleva la abundancia de acuíferos subterráneos que aportan gran humedad al suelo, esencial para la proliferación del olmo.

En Nuevo Baztán, los olmos llegaron a ser tan grandes y de tal espesor su copa, que llegaron a formar un túnel al juntarse los árboles de uno y otro lado. Esto provocaba que el viajero caminara por este túnel vegetal de sombra y frescor y que, justo a la entrada del Palacio, se abriera la luz y quedara patente el esplendor del complejo. Esto fue así hasta los años 70-80 aproximadamente, momento en el que la grafiosis atacó todos los olmos de Nuevo Baztán, como así ocurrió en toda Europa.

El caso que nos ocupa es el único superviviente que quedó en Nuevo Baztán del azote de esta enfermedad, el cual, inexplicablemente, quedó en pie. Fue afectado, pero resistió a la enfermedad y ahora es un hermoso ejemplar de gran copa, la cual abarca todo el ancho de la vía. Viendo este olmo, hoy aislado, podemos comprender el aspecto que tuvo en su día las avenidas de Nuevo Baztán.

Este olmo forma parte del Catálogo de árboles singulares de la Comunidad de Madrid. Este ejemplar ha alcanzado una altura de 20 metros con un diámetro de copa de 18 metros y un perímetro en su tronco de 6 metros.

La historia del municipio de Nuevo Baztán pasa por dos etapas claramente diferenciadas, en la primera se crea el poblado como un conjunto de edificios estructurados en torno a un objetivo de producción industrial: La fábrica de vidrios finos. Seguido de un periodo de decadencia y abandono, hasta un posterior repoblamiento con urbanizaciones en una especie de ensanche rural.

Las joyas del lugar son el Palacio de Goyeneche y la adosada Iglesia de San Francisco Javier. El palacio, levantado entre 1709 y 1713 en estilo barroco, se caracteriza por su sobriedad.

Solo la torre que lo flanquea cuenta con algún motivo ornamental, como el relieve de un león, que sostiene en sus fauces un tablero ajedrezado, en alusión al escudo heráldico del Valle de Baztán (Navarra), situado en el baquetón de la portada.

El interior se distribuye alrededor de un patio rectangular, con un pozo en su parte central.

La Iglesia de San Francisco ocupa el ala sur del Palacio y destaca por sus dos torres acabadas en chapiteles y decoración interior, especialmente el retablo del altar mayor, obra del propio Churriguera, realizado en su mayor parte en mármol rojo. 

Caminamos por una bonita senda que conduce hasta el cementerio de la localidad, desde allí hay que caminar por una pista forestal que atraviesa el páramo, rodeado de cultivos, fincas privadas y encinares hasta llegar a una cuesta que nos conduce hasta el fondo del valle, hay que tomar siempre el camino hacia la derecha hasta llegar a un espeso pinar, desde allí, justo donde la pista forestal se encuentra con el arroyo del Reguerón, a la derecha sale un sinuoso sendero que se adentra en un bosque de quejigares (robles carrasqueños).

Cualquiera de los dos caminos nos vale para continuar la ruta, pero recomiendo ir por el sendero paralelo al arroyo, el entorno es más bonito y además se pasa por las ruinas de los Paredones de San Blas.
Engullidas por la espesura del bosque se encuentran las ruinas de Los Paredones de San Blas, su nombre viene dado por encontrarse en el cerro de San Blas, un antiguo edificio en el que se cree se cardaba o peinaban los paños de lana o se realizaba el tintado de paños, de ahí los muros tan altos, ya que para esta última labor se necesitaban grandes pilas a diferentes alturas.

La Senda Valmores continua por una pista forestal paralela al arroyo de la Vega, el camino está en buenas condiciones. Aquí hay que extremar la precaución, sobre todo si vas con niños porque hay que cruzar la carretera M-219, bastante transitada por ciclistas y moteros, tras cruzar la carretera la Senda Valmores continua por el camino de los huertos hasta encontrar las ruinas de la antigua fábrica de gamuzas.

La Senda Valmores recorre buena parte de ruinas históricas que se levantaron en el fondo del valle del arroyo de la Vega, de la antigua fábrica de gamuzas solo queda la estructura perimetral del edificio, un rectángulo de lajas de piedra una sobre otra, en esta fábrica se trabajaban y curtían las pieles con las que se fabricaban algunas prendas y accesorios del uniforme militar de la época, esta fábrica tan solo operó entre los años 1715 y 1722.
Ahora abandonamos la senda Valmores para dirigirnos al vecino pueblo de Olmeda de las Fuentes, para ellos pasaremos por un puente sobre el río Val y posteriormente un túnel que cruza la carretera M-219.
Tras recorrer un pequeño repecho llegamos al bonito pueblo de Olmeda de las Fuentes.

La bonanza del clima de la Olmeda, la riqueza de sus paisajes, su peculiar arquitectura popular de calles empinadas y casas encaladas, sorprende a los visitantes y a los amantes de la paz y el sosiego.

Desde hace décadas Olmeda es escogida por pintores y artistas para asentarse o descansar. "Pintaron aquí, escribieron, pasearon, se encontraron y contagiaron su entusiasmo".
Nos encanta el pueblo, es muy bonito y se respira tranquilidad en sus calles, sus casas pintadas de blanco nos trasladan a los pueblos de las Alpujarras.
Nos detenemos un instante frente a la iglesia de San Pedro Apóstol, centro neurálgico del pueblo.

En el exterior de la iglesia de San Pedro Apóstol, así como en la plaza del Ayuntamiento, se pueden encontrar sendas placas que recuerdan la historia de Pedro Páez, vecino del pueblo al que se le atribuye el descubrimiento de las fuentes del Nilo.

Además, la ruta histórico biográfica Olmeda Paéz que parte de la propia plaza del Ayuntamiento y finaliza en la Plaza Pedro Paéz ofrece un pequeño recorrido recordando la figura del viajero y que nos sirve también para disfrutar del encanto de un pueblo de exquisita belleza.
La localidad ha sido escogida desde hace muchas décadas por múltiples pintores y artistas para asentarse, establecer su estudio o descansar.
Actualmente se puede realizar "La ruta de los pintores" que recorre los domicilios de los pintores que han residido y los que residen en la actualidad en Olmeda de las Fuentes.

Nos despedimos del pueblo Cruzando la carretera M-219 y ascendiendo una pequeña loma por un sendero, echamos la vista atrás para dar el último vistazo a tan pintoresco pueblo.

Transitamos entre campos de cultivo, unas veces por las lindes y otras por amplios caminos de tierra.

En esta época es una maravilla pasear por aquí, el verde es intenso y aparecen ya las primeras amapolas de la temporadae. Entre el océano verde, aparecen unas cuantas encinas que presagian lo que nos vamos a encontrar más adelante.

En un cruce de caminos nos dirigimos a la izquierda, el campo sigue igual de precioso, el día está nublado (eso es bueno), ya que no hay sombra en todo el recorrido y en días calurosos habrá que tenerlo en cuenta.

Este tramo está repleto de flores, jaras, tomillos, lavanda, etc.

también me encontré con una curiosidad, unas Iberis Gibraltarica, plata nativa del norte de África y endémica en el peñón de Gibraltar.

Un último desvío por medio de un campo de cultivo (hay habilitado unas rodadas para ello) y al fondo vemos nuestro objetivo.

LA ENCINA DE LA PICA:
Es un árbol que destaca por ser uno de los más grandes de la Comunidad de Madrid; por las dimensiones de su copa y por la forma en forma de cúpula de la misma, que te invita a refugiarte en su interior.

Cuentan que en la Edad Media, un guerrero venía a sentarse a la sombra de la encina en compañía de una hermosa doncella.

Un día marchó a la guerra el caballero y desde entonces todas las tardes venía a llorar la doncella al pie del árbol, y después tocaba una rama.
Pasó mucho tiempo sin tener noticias de él y volvió a llorar a la encina, pero ya sin esperanzas de verlo.
Las ramas que tocó en el primer tiempo dieron desde entonces fruto dulce y las restantes, fruto amargo.
Mezcladas en el suelo, la tradición afirma que la felicidad de los novios depende del sabor de estos frutos.

La circunferencia del árbol medida es 3,50 m  y 1,30 de diámetro. Su altura sobrepasa los 20 m.
Este árbol fue plantado sobre en 1665 ± 80, por lo que se estima tiene una edad de 353 años.

Nos despedimos de tan ilustre habitante y vamos a intentar ir por las lindes de los campos sin estropear nada a nuestro paso, en el trazado veréis que en los últimos campos atravesamos por medio de ellos, pero en este caso no estaban cultivados sino en barbecho, procurad siempre respetad los cultivos.

Llegamos a un camino de herradura y ahí en una pradera, decidimos almorzar.

Continuamos caminando hasta llegar al mirador de Valdezarza al cual también se puede venir desde Villar del Olmo.

Tenemos ante nosotros un barranco precioso, enfrente la Vega del río Val y al fondo la Vega del Tajuña.
Aquí viene la única dificultad del día, nos tenemos que buscar la vida para bajar este barranco y llegar a un camino que observamos unos metros más abajo.
El primer tramo es algo más complicado, ya que hay que sortear la vegetación y la fuerte pendiente, pero poco a poco conseguimos salir del lío y en un momento ya estamos abajo.

Giramos a la izquierda al llegar a la vega del río Val y caminamos por una pìsta en buenas condiciones. Nos paramos un momento para ver un cartél que nos indica la existencia de las ruinas de una antigua presa.

Un poco más adelante nos paramos a observar el curioso Monumento a los ojos de Ambite.

Tres arcos o espadañas reciben al visitante. Algunos (los menos) van en su búsqueda ex profeso y otros simplemente vislumbran el lugar entre los árboles al pasar con el coche. Al acercarnos vemos que los arcos parecen ser una puerta, un acceso monumental pero ¿a dónde? quizás a la imaginación única de su creador: el escritor y viajero ambiteño Federico Díaz Falcón.

Los ojos son el espejo del alma, y este particular monumento es el espejo de un alma singular, la de Federico Díaz Falcón (autor además de un curioso libro – Mirando al año 2000«).

Un hombre de mundo, inquieto, lleno de una gran vitalidad pero también obsesivo. Construido entre 1960 y 1970 el Monumento a los Ojos es el retrato de una obsesión, en sus propias palabras "por los ojos y por aquellas personas que cuidan y se preocupan por los ojos".

El porqué de esta obsesión es la pregunta que asalta a todo aquel que llega a este lugar, pero es algo que a dia de hoy sigue sin respuesta.

Hay quien dice que el lugar está maldito, otros contradicen esta afirmación pero lo que si es cierto es que muchas de las imágenes han sido deterioradas con gran precisión: en la mayoría de los casos se han roto los ojos, como si algunos hubieran interpretado que los ojos fueran la libro Federico Díaz Falcón,  Mirando al Año 2000 fuente de una supuesta maldición que asola el lugar.
Los arcos se encuentran cubiertos por decenas de azulejos de lo más variado, reuniendo a personajes como el Greco, Heidi, Dalí y Massiel en una suerte de festividad bizarra de iconos patrios.

Atravesamos el rio por la carretera y salimos de ella por un sendero que con una acusada pendiente nos tiene que llevar al siguiente de los puntos interesantes del día.

EL TREN DE LOS 40 DÍAS.

Llegamos a lo que queda del trazado de tan famoso tren, en la actualidad solo queda el trazado y algun túnel (que se puede atravesar) de esta infraestructura.

La Ruta de la Vía del Tren de los 40 Días tiene un gran valor histórico y patrimonial, además de un gran atractivo turístico para quien deseé conocer un pedazo más de historia de la Guerra Civil Española.
El tren de los 40 días fue un enlace ferroviario construido por la República durante la Guerra Civil Española con el fin de evitar el aislamiento que sufrió la zona centro peninsular tras el intento de toma de la capital por parte del Ejército franquista durante el otoño y el invierno de 1936-1937.

Su construcción y puesta en explotación permitió una conexión segura con la zona levantina, facilitando de esta forma el transporte de tropas, material de guerra, víveres y combustible, así como el abastecimiento de la sitiada y necesitada población de Madrid, llegando hasta el mismo corazón de la capital a través de su conexión con la línea Madrid-Zaragoza que tenía su origen en la estación de Atocha.

Construido en un plazo de tiempo razonable pero lejos de los cuarenta días anunciados por las autoridades gubernamentales, fue un ferrocarril de vida efímera, estando en explotación poco más de un año antes se ser desmantelado casi en su totalidad al poco tiempo de terminada la contienda.

Fue conocida también con los sobrenombres de, los Cien días y Vía Negrín. Fue construida por Juan Negrín López, Presidente del Gobierno, y su ministro de Comunicaciones Transporte y Obras Públicas, Bernardo Giner de los Ríos; por decreto de diez de mayo de mil novecientos treinta y siete; firmado por Manuel Azaña Díaz, Presidente de la República, el doce de agosto del mismo año y, publicándose en la Gaceta de la República un día más tarde.

En su recorrido existen once túneles, de los cuales hoy pasaremos por dos ellos.
El túnel del Valdelloso.

 Y otro que no recuerdo si tiene nombre.

En medio de estos dos, nos desviamos para ver el chozo del guarda. 

Desde el Chozo se tiene unas buenas vistas de la vega.

Continuamos caminando por las inmediaciones dela urbanización Eurovillas, cruzamos la carretera de nuevo y a los pocos metros llegamos al aparcamiento dando por finalizada esta interesante ruta.

Espero que os guste.

DATOS DE LA RUTA:

 
IBP= 72
Distancia Total :   22.71 Km.
Desn.  subida :      398m.
Desn.  bajada :      398m.
Altura máxima :   852 m.
Altura mínima :   625 m.
Tiempo total :      7:52:45 h.
Dificultad:           Moderada

PERFIL DE LA RUTA:




 

Track de la ruta. GPX 

Ruta en Wikiloc

Fuentes:
https://www.elmundo.es/metropoli/otros-planes/2020/12/28/5fe1dd42fdddff308f8b4668.html
https://patrimonioalnaturaldenuevobaztan.wordpress.com/ruta-4-recorrido-urbano/olma-de-nuevo-baztan/
https://www.descubrir.com/olmeda-de-las-fuentes-el-rincon-mas-lozano-de-la-alcarria-madrilena/
https://turismo.olmedadelasfuentes.es/pintores-de-la-olmeda
http://jarrysteam.blogspot.com/2018/02/la-encina-milenaria-febrero-2018.html
https://www.patrimoniooculto.com/lugares-misteriosos/arte-insolito-lugares-misteriosos/los-ojos-de-ambite
https://www.todostuslibros.com/libros/el-tren-de-los-40-dias_978-84-09-16833-0#synopsis
https://www.villardelolmo.es/paginas/ruta-de-la-via-del-tren-de-los-cuarenta-dias
https://www.descubrir.com/viaje-a-la-alcarria-madrilena/