Ruta del Agua: Explorando los Abandonados Canales, Embalses y Bellas Sendas de la Sierra Norte de Madrid.

Hoy nos espera una emocionante aventura en la Sierra Norte de Madrid, donde descubriremos la belleza del encantador pueblo de Mangirón y la fascinante historia que se esconde detrás de una de las grandes construcciones que llevó a cabo el canal de Isabel II para abastecer de agua a la capital de España.
Nos adentraremos en una bonita ruta en la que disfrutaremos del paisaje natural y de la cultura local, aprendiendo sobre los esfuerzos que se acometieron para garantizar la calidad del agua, explorando  antiguas infraestructuras que hicieron posible la llegada del agua hasta Madrid. ¡Será una experiencia única e inolvidable!


Mangirón es una localidad madrileña de gran belleza natural, ubicada en el municipio de Puentes Viejas. Su nombre deriva de la palabra árabe "Majairón", que significa "cabezota", en alusión al monte de 1.012 metros sobre el que se encuentra.
Rodeado de impresionantes bosques de encinas y los embalses del Villar y Puentes Viejas, Mangirón es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. Además, su historia se remonta a la Edad Media, cuando formaba parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, y en 1833 se convirtió en parte de la provincia de Madrid.


Partimos de la plaza de la Constitución y con dirección SE llegamos a la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol.
Situada en la Plaza de la Iglesia, la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol es un impresionante edificio histórico construido en los siglos XV y XVI. Su combinación de elementos arquitectónicos mudéjares y de ladrillo y mampostería de piedra la hacen única.
La iglesia tiene una planta rectangular de una sola nave, con una cabecera de mayor anchura y un ábside pentagonal. También cuenta con una espadaña en sillería, un pórtico de acceso orientado al sur, una portada mudéjar con arco apuntado, un coro en su interior y una pila bautismal moderna. La estructura de carga reforzada con sillería en las esquinas garantiza la solidez y durabilidad de este magnífico edificio histórico.



A pocos metros tendremos un Potro de Herrar, es una construcción emblemática de los municipios de la Sierra Norte de Madrid y representa la tradición ganadera de estos pueblos. Se cree que se originó en la Edad Media y algunos de ellos se utilizaron hasta bien entrado el siglo XX para herraje y cuidado del ganado.
El potro de herrar se compone de varios elementos esenciales: monolitos de piedra clavados firmemente en el suelo, que sirven como soporte principal de la estructura; piedras más pequeñas que ayudan a sostener la pata doblada del animal y facilitan el trabajo del herrero; un yugo de madera, también conocido como "ublo", que sostiene la cabeza del animal; y travesaños de madera, donde se atan las cinchas de cuero que aseguran aún más al animal durante el proceso de herrar.


Este potro es un elemento importante de la cultura y la historia de la región, y una muestra de la habilidad y la creatividad de las comunidades rurales para resolver los problemas cotidianos en la gestión de sus animales de granja.

Finalmente salimos del pueblo en dirección E. Después de pasar un paso canadiense, nos adentramos en un encinar y disfrutamos de las impresionantes vistas de la Sierra del Rincón que se extienden ante nosotros.





Al llegar a la altura del embalse de El Villar, nos encontramos con una pequeña presa.



Junto a la pequeña presa, descubrimos la salida de un túnel proveniente del Canal de Aguas Claras de Puentes Viejas, el cual conectaba los embalses de Puentes Viejas y El Villar para permitir el flujo de agua clara sin mezclarse con el agua turbia del arroyo Malillo. Este canal contaba con un sifón que permitía que el agua fluyera debajo de la salida del canal de desagüe y penetrara en la cola del embalse de El Villar.


Se acerca la parte más aventurera de la ruta. Seguiremos caminando por el trazado del canal abandonado, el cual está cubierto por densa vegetación, por lo que deberemos luchar en ocasiones contra la maleza para poder avanzar.


Caminar junto a la orilla del embalse y descubrir los restos de los antiguos canales a su lado es una sorpresa que cautiva.




Al avanzar unos metros más, en nuestro recorrido, nos encontramos con una gran roca que se presenta como un mirador improvisado sobre las impresionantes aguas del embalse de El Villar. Desde este punto de vista privilegiado, podemos disfrutar de una vista panorámica de las aguas cristalinas que se extiendenfrente a nosotros.









A medida que avanzamos en nuestra caminata, nos topamos con varios puentes que cruzan sobre el antiguo canal. Es posible que estos puentes hayan sido construidos originalmente como pasos de fauna, permitiendo a los animales cruzar de un lado a otro del canal sin obstáculos. Es interesante imaginar cómo estas estructuras antiguas todavía tienen un papel importante en la conservación de la fauna y la biodiversidad de la zona.


Continuamos avanzando sin dificultad, deleitándonos con los tramos en los que caminar se convierte en un auténtico placer. Sin embargo, en algunas zonas la densa vegetación ha conquistado los parajes debido a la falta de tránsito de personas. En estos casos, debemos buscar la mejor manera de atravesarla para poder continuar nuestro recorrido.


Decidimos desviarnos un poco del canal para disfrutar de las vistas del embalse y caminar por la orilla durante un corto tramo.


Es impresionante la obra que se llevó a cabo aquí. Para garantizar la calidad del agua suministrada a Madrid, se construyeron varios canales perimetrales. Sin embargo, a medida que se utilizaba el embalse, se descubrieron problemas de turbidez en el agua. Para solucionar este problema, se construyeron desagües adicionales y se deforestaron y roturaron las cuencas de los arroyos que desembocaban en el embalse.

En 1915, se construyó el canal de Viñaderos para evitar la enturbiamiento del embalse. Posteriormente, se creó el canal de las avenidas para desviar las aguas turbias aguas arriba del embalse. A pesar de los esfuerzos realizados, la capacidad de algunos canales resultó insuficiente, lo que llevó a la necesidad de modificar algunos proyectos.


Durante la ruta, en cierto punto, nos encontramos con un pequeño obstáculo: el muro del canal se encuentra roto, lo que nos obligará a decidir si saltarlo o bajar para rodear la parte dañada y luego volver a subir.


Continuamos nuestra caminata por este extraordinario paraje natural, y nos sorprende la tranquilidad del agua embalsada, que crea unos reflejos espectaculares como si fuera un espejo perfecto. La superficie del embalse está tan calmada que parece no tener ni una sola arruga, lo que proporciona una sensación de paz y serenidad absoluta.







Llegamos a un punto donde el camino se vuelve impracticable, no encontramos más opción que ascender hasta la carretera cercana y avanzar los últimos metros por el arcén. Sin embargo, nuestro próximo objetivo está cerca: la presa de El Villar.




La presa de El Villar fue la primera presa de arco de gravedad construida en Europa y la más alta en España. Fue diseñada por los ingenieros Morer y Boix y su construcción representó un hito en la historia de las obras públicas españolas. La presa adoptó un sistema de vertedero lateral para desviar el agua sobrante en caso de crecidas y se construyó una doble galería subterránea para introducir el caudal de agua necesario en el origen del Canal durante todo el año.







La piedra de la cantera de granito berroqueño se utilizó para la construcción de la presa. Además, se construyó un puente sobre el aliviadero y un torreón cilíndrico para albergar las compuertas y la escalera de servicio.

Actualmente sigue prestando servicio y es considerada como un referente en la construcción de presas de gravedad de planta curva en todo el mundo.

La presa tiene 107 metros de longitud, una altura de 50,50 metros, puede almacenar hasta 22,4 hm³ de agua y ocupa una superficie de 144 hectáreas a Nivel Máximo Normal que conforman 20 kilómetros de ribera. En 1994 se puso en servicio una minicentral eléctrica alojada en una caverna excavada en el margen derecho del río, junto a la presa, y alimentada desde una torre de toma independiente del cuerpo de presa.




Queremos descender hasta el antiguo puente que atraviesa el río Lozoya, situado aguas abajo de la presa, la cual es la más antigua y aún en funcionamiento en toda la región y en el sistema de embalses del Canal de Isabel II. La construcción de esta presa comenzó en 1869 y fue inaugurada en 1873 como la presa más alta de España en ese momento. Al llegar al puente, el cual ya he cruzado en otras ocasiones, nos encontramos con que está cerrado por vallas y una puerta, lo que nos obliga a dar media vuelta.


Decidimos regresar sobre nuestros pasos y adentrarnos en el corazón del encajonado cañón del río Lozoya para disfrutar de un almuerzo en un paraje sin igual. Descubrimos un sendero que nos llevó a un saliente desde donde contemplamos unas vistas impresionantes.


El impresionante cañón del río Lozoya, labrado con maestría por la fuerza del agua, acoge en sus altas paredes de roca una colonia de buitres que anidan en sus grietas.


A medida que los observamos con asombro, ellos también nos escrutan con curiosidad, sin que nuestra presencia perturbe su vuelo majestuoso. Nos sumergimos en un silencio respetuoso, maravillados ante la belleza sin igual del paisaje que nos rodea.




Tras comprobar que el viejo puente se encuentra cerrado, nos vemos obligados a cruzar de nuevo la presa del Villar. Para ello, iniciamos un pequeño ascenso por la Senda del Genaro, un tramo del sendero de gran recorrido (GR 300) que bordea el majestuoso embalse del Atazar en la Sierra Norte de Madrid.


Con una longitud aproximada de 70 km, esta ruta se puede realizar en varias etapas, pasando por diversos pueblos y lugares de interés que nos permiten disfrutar de la riqueza natural, cultural y gastronómica de la zona. Una experiencia inigualable para los amantes del senderismo.


Una vez cruzada la carretera M-127, anduvimos unos pocos metros hasta llegar a un cruce de senderos. Tomamos la dirección hacia el noroeste para adentrarnos en el cordel que une Mangirón con Torrelaguna.


Este tramo es una auténtica belleza. Mientras caminamos, nos rodean los impresionantes muros de piedra seca que delimitan las fincas ganaderas que se extienden a nuestro alrededor. Un paisaje que nos transporta en el tiempo y nos permite imaginar cómo se vivía antaño en estas tierras de la Sierra Norte de Madrid.


Un poco más adelante, nos encontramos con unos amistosos caballos que se acercan a saludarnos desde el borde de la valla. Sin embargo, observamos unos carteles colocados por los dueños de la finca, en los que nos indican que no debemos darles de comer. Conscientes de la importancia de respetar las normas y cuidar del bienestar de los animales, continuamos nuestra ruta sin interferir en su hábitat natural.






Tras llegar de nuevo a Mangirón, decidimos hacer una breve parada en una bonita terraza para disfrutar de unas merecidas cervezas y charlar animadamente sobre nuestra ruta.
Continuando nuestro camino hacia la plaza de la Constitución, no podemos resistirnos a admirar la antigua estructura del Lavadero ubicado en la Avenida del Villar, construido en 1939 en un remanso del arroyo.

Hoy en día, este lugar ha sido renovado y transformado en el Museo de la Piedra, un homenaje a la importancia de la piedra y la cantería en Mangirón y en toda la Sierra Norte de Madrid. Además de servir como museo, este espacio también funciona como sala de exposiciones temporales y cuenta con un conjunto de mesas y bancos de granito cubiertos por una pérgola en su zona exterior.


Ha sido una ruta maravillosa en la que hemos podido disfrutar de la belleza natural y cultural de la Sierra Norte de Madrid. Espero haberos inspirado para que también podais disfrutar de esta bonita zona y vivir experiencias únicas como la que nosotros hemos tenido en esta ruta.

¡Hasta la próxima aventura!




IBP=                                           38
Distancia Total:             11,81 Km.
Desn.  subida:                    240 m.
Desn.  bajada:                    240 m.
Altura máxima:               1.016 m.
Altura mínima:                  884 m.
Tiempo total:                 5:11:25 h.
Dificultad:                    Moderada.   
   











Comentarios

  1. Gracias por toda la información que compartes y las fotos. Maravillosa ruta

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    Respuestas
    1. Hola Toñi,
      Muchísimas gracias por pasarte y comentar en el blog. Fue un verdadero placer hacer esta ruta juntos y descubrir todo lo que la ruta nos ofrecía.

      Nos vemos en la siguiente.

      Eliminar

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