Ruta a la Mina de San Francisco desde Horcajuelo de la Sierra.
En la Comunidad de Madrid se encuentra la hermosa Sierra del Rincón, compuesta por cinco pueblos encantadores: La Hiruela, Montejo de la Sierra, Prádena del Rincón, Puebla de la Sierra y Horcajuelo de la Sierra. La zona abarca unas 15.000 hectáreas de montañas y valles, ubicadas entre el puerto de Somosierra y el macizo de Ayllón. Estos preciosos pueblos conservan aún la esencia de la vida rural y la tradición de antiguos oficios, como la minería, que dio sustento a muchas familias gracias al hallazgo de metales preciosos en la montaña a mediados del siglo XIX.
La Mina de San Francisco fue una de las más conocidas que se hicieron por la zona y que estuvo en fase productiva hasta 1860, fundamentalmente con la extracción de plata y rutilo.
La ruta empieza en la Plaza de la Comunidad de Madrid, en el corazón del pueblo. Esta hermosa plaza es un ejemplo de armonía arquitectónica, con edificios construidos íntegramente con piedra. La joya de la plaza es la impresionante Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari.
Continuamos avanzando hacia el Noroeste, siguiendo la ruta marcada, hasta que llegamos a una bifurcación en el camino. Allí, tomamos un sendero que se adentra en el robledal y que da inicio a la senda que nos llevará hasta la antigua mina de plata.
La senda es fácil de recorrer y se desarrolla en un entorno idílico, rodeado de fincas ganaderas con sus imponentes muros de piedra que delimitan los pastos. Continuamos avanzando hasta que llegamos al arroyo Grande, que ha sido canalizado en su punto de cruce. Aquí, abrimos una puerta que nos permite pasar a la otra orilla y, después de cruzar, nos aseguramos de cerrarla con cuidado, recordando que nos encontramos en una zona ganadera y debemos respetar el entorno.
Avanzamos por un terreno más abierto, que nos permite admirar la impresionante vista de los grandes bosques de robles que nos rodean. En esta época del año, el paisaje está teñido de un vibrante matiz amarillo y ocre, debido a la caída de las hojas, creando un contraste impresionante con el verde intenso de las ramas. Esta visión de la naturaleza en su esplendor es un espectáculo para los sentidos y un regalo para quienes aman la belleza natural.
Nos detenemos en un grupo de rocas que ofrecen unas impresionantes vistas panorámicas de la imponente sierra del Rincón. Desde esta atalaya natural, podemos admirar las extensas dehesas que rodean los pueblos de la zona y, entre las nubes, divisar el imponente pico de Bañaderos y el puerto de la Hiruela, que se erigen majestuosamente en el horizonte
Continuamos nuestra ruta hacia el Norte, hasta llegar a la zona del Prado Montes, donde decidimos tomar un giro hacia el Oeste. Ahora, avanzamos por el camino conocido como Las Porrillas, que es la parte más elevada del recorrido. La belleza de las vistas alrededor es impresionante, y la elevación de la zona nos permite admirar la extensión de los paisajes a nuestro alrededor.
Nos encontramos en las cercanías de la antigua mina, ante nosotros se nos presenta un panorama de los restos de las estructuras que antaño brindaron soporte a las labores mineras.
Es impresionante observar cómo, en su época de esplendor, esta mina contaba con un rudimentario ascensor, que permitía a los mineros bajar a una profundidad de 60 metros. A un lado, encontramos una valla que delimita un derrumbe del pozo principal, y al otro lado, está la bocamina de San Francisco, que se estima que mide aproximadamente 20 metros de longitud. Este lugar es un testigo de la historia minera de la región y nos muestra la importancia que tuvo en su época.
En esta época, el interior de la mina se encuentra cubierto de barro y es posible encontrar algún habitante nocturno, como los murciélagos, que han encontrado refugio en estas profundidades.
Además, alrededor de la entrada principal se puede ver una escombrera, que contrasta con el paisaje natural y se puede apreciar desde cierta distancia. Esta escombrera es un recordatorio de la intensa actividad minera que tuvo lugar en el lugar y muestra la huella que dejaron los trabajos en la naturaleza.
Desde nuestra posición actual, podemos disfrutar de impresionantes vistas. Los pueblos que conforman la sierra del Rincón se encuentran a nuestros pies, y hacia el Oeste, podemos apreciar el valle del Lozoya al fondo que se encuentra bajo cortinas de lluvia. La combinación de los pueblos, con el verde de la naturaleza y la extensión del valle, crean un panorama espectacular que nos deja sin aliento. Es un lugar perfecto para detenernos y admirar la belleza de la naturaleza y el legado humano que ha sido testigo de los paisajes durante siglos.
Cerca de aquí, podemos encontrar una espectacular crestería formada por el Alto de la Dehesa de Horcajuelo, el Alto de Quiñones, Peña la Sisa y el Pico de la Dehesilla. Es una zona llena de belleza natural y riqueza paisajística que nos encantaría explorar más a fondo en futuras visitas.
La combinación de los altos y las cumbres con la naturaleza circundante generan un panorama único, es un paraje que no deberíamos perdernos si queremos apreciar toda la riqueza y la belleza de la zona.
Empezamos a descender por un sendero más difícil y difuso, hasta que finalmente regresamos a la senda principal en las Segurizas.
A partir de aquí, seguiremos el mismo camino que realizamos en la subida, y en poco menos de dos kilómetros, llegaremos de vuelta al pueblo, concluyendo así esta emocionante ruta de senderismo.
Espero que os guste.
IBP= 35
Distancia Total: 6,15 Km.
Desn. subida: 258 m.
Desn. bajada: 258 m.
Altura máxima: 1.402 m.
Altura mínima: 1.140 m.
Tiempo total: 2:40:21 h.
Dificultad: Fácil.
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