El cinturón verde de Segovia.

La ciudad de Segovia bien merece una visita, pero esta vez la realizaremos de una manera diferente, la haremos por su anillo exterior formado por los Valles del Eresma y el del Clamores.
Esta ruta recorre este cinturón verde que rodea la ciudad, un paseo extramuros donde podrás pasear por la Alameda del Parral, visitar la Casa de Moneda o el Monasterio del Parral, o el monasterio de Santa cruz la Real. 
Siguiendo el paseo por el margen del río llegaremos hasta el conjunto, a los pies del Alcázar, del Santuario de la Fuencisla, El Monasterio de San Juan de la Cruz y las iglesias de la Vera Cruz y San Marcos para luego ir a un par de miradores espectaculares y terminar paseando por el casco histórico de la monumental ciudad.









Comenzamos la ruta en el aparcamiento de San Lorenzo, os dejo la ubicación exacta aquí. Desde el aparcamiento enfilamos la calle Cardenal Zuñiga y a los pocos metros llegamos a la Plaza de San Lorenzo donde encontraremos la iglesia con el mismo nombre.

Iglesia de san Lorenzo.









 
Continuamos caminando en dirección N por la calle del Puente de San Lorenzo, un poco antes de llegar a dicho puente vemos un cartel que nos indica la Senda de los Molinos, un poco más abajo sale una escalinata para coger dicha senda.
La Senda de los Molinos es un magnífico paseo que une paisaje, naturaleza, geología e historia industrial de la ciudad de Segovia.

Senda de los Molinos


 
La senda discurre entre los barrios de San Lorenzo y San Marcos, es un bonito paseo por la ribera del río que nos acerca a su pasado industrial. Esta parte de la ciudad es algo desconocida, pero goza de una belleza natural e histórica de gran valor.
Es otoño y eso se nota en los márgenes de la senda que están tapizados de una alfombra multicolor espectacular.





Nos desviamos un momento en la parte final de la senda de los Molinos, para subir un pequeño repecho para visitar el Convento de Santa Cruz la Real.

Convento Santa Cruz la Real.

Fue reconstruido por los Reyes Católicos. Compuesto por un convento, una iglesia y la cueva de Santo Domingo. En la antigüedad fue un Hospicio, la llamada Residencia Provincial. Hoy en día es sede del IE Universidad.

Volvemos sobre nuestros pasos y cruzamos el puente sobre el río Eresma para llegar al bonito Parque de la Alameda del Parral.

Parque Alameda del Parral.



 
Esta es una de las zonas más bellas del cinturón verde de Segovia, discurre a orillas del río Eresma y te conduce a lugares de gran belleza, como el Monasterio de Santa Mª de El Parral y la Real Casa de Moneda y más ahora con los colores del otoño en todo su esplendor.

Imagen otoñal del Parque de la Alameda del Parral.







 
Numerosos vecinos utilizan el parque para practicar deporte o simplemente pasear, es una delicia contar con espacios así en la ciudad donde poder evadirse de la rutina diaria.
Al final del Parque giramos a la derecha para visitar el Monasterio de Santa Maria del Parral. Fue mandado construir en 1447, por Enrique IV, aunque la leyenda atribuye la fundación del mismo a Juan de Pacheco, Marqués de Villena.

Monasterio de Santa Maria del Parral

 
Es un complejo de edificaciones distribuidas en torno a varios claustros, góticos, mudéjares y platerescos. Destaca en su iglesia el retablo mayor, realizado en el siglo XVI, obra de Juan Rodríguez y de un conjunto de escultores abulenses de estilo renacentista. El nombre se debe a que en él se venera a la virgen del Parral, escultura románica procedente de un templo anterior.

Interior iglesia de Santa Maria del Parral








 
Volvemos al río Eresma y lo cruzamos por un puente, a los pocos metros encontramos la Real Casa de la Moneda.

Real casa de la moneda

La Real Casa de Moneda está considerada uno de los ejemplos más antiguos e importantes del Patrimonio industrial. Se trata de uno de los pocos edificios fabriles del siglo XVI que ha llegado casi intacto hasta nuestros días. Fue construido por el arquitecto Juan de Herrera para Felipe II, que estableció en él una ceca que introdujo en España la técnica de acuñación en España mediante rodillo.

Maquinaria usada en la fabricación de la moneda

 
Tras su rehabilitación, llevada a cabo entre los años 2007 y 2011, el edificio se ha convertido en un museo donde recorrer la historia de la moneda en nuestra ciudad. Las diferentes máquinas, ingenios y ruedas hidráulicas nos permitirán conocer los variados sistemas de acuñación que se utilizaron en esta ceca.

Maquinaria usada en la fabricación de la moneda

Cruzamos de nuevo el puente y justo a su salida hay unas escaleras para continuar el paseo otra vez junto al río Eresma.

Senda junto al río Eresma


 
Pasamos el puente de la Calle San Marcos por abajo y ahora comienzan las mejores vistas del Alcázar, que se alza imponente ante nuestros ojos

Puente en la Senda junto al río Eresma


 
Antes de llegar a la pradera de San Marcos nos acercamos un poco más a la orilla para observar la altura en la que se encuentra enclavado el Alcázar de Segovia.

Río Eresma y Alcázar de Segovia.

Llegamos al mirador de la pradera de San Marcos, un lugar fantástico para contemplar el alcázar Segoviano desde una perspectiva distinta a la habitual.

Vista panorámica desde la pradera de San Marcos.


 
El mirador regala al visitante unas vistas privilegiadas, es un sitio donde el tiempo se detiene. Es usual contemplar a muchas parejas, que se tiran un buen rato buscando la foto ideal del lado norte del Alcázar, pero también familias de pícnic o gente leyendo. Es un paraje ideal para pasar el tiempo y relajarse.

Alcázar de Segovia.

La mejor época para visitarlo es en primavera y verano, que también es la de mayor afluencia, sin embargo aun así merece la pena, pues pese a que cada vez es más popular, aún sigue teniendo el encanto de esos parajes semidesconocidos, nosotros lo hicimos en otoño y os puedo asegurar que fue algo espectacular.

Alcázar de Segovia.

Poco más arriba se encuentra la pequeña Iglesia de San Marcos, justo al lado tiene un parque infantil y una fuente.
En el siglo XI musulmanes y cristianos vivían en total armonía en el barrio de San Marcos, dedicándose al cuidado de su ganado y de sus huertos. Hoy en día en el recorrido aún os encontraréis huertos que se han mantenido desde entonces.

Iglesia de San Marcos.



Cerca tenemos la Iglesia de la Vera Cruz, solamente tenemos que cruzar la calle y en unos pocos metros llegamos a ella.
La Iglesia de la Vera Cruz no es una iglesia al uso. Es de las pocas iglesias en Europa que conserva un edículo central y en torno a él gira toda la nave. Una nave de lo más curiosa, ya que es dodecagonal.

Iglesia de la Vera Cruz.


 
Constituye una de las más singulares y bellas muestras de la arquitectura religiosa segoviana. Se halla sobre una ladera pedregosa llena de tumbas excavadas en la piedra. Aunque extraña un poco su aislamiento y ubicación extramuros de la ciudad. Fundada por los Caballeros de la Orden del Santo Sepulcro en 1208, aunque la tradición popular la viene, desde tiempo inmemorial, atribuyendo a los Templarios.
Tiene enfrente un pequeño mirador desde el cual se ve el barrio de San Marcos y el Alcázar presidiendo en lo alto.

Vistas desde el mirador de la Iglesia de la Vera Cruz.





 
Volvemos sobre nuestros pasos para girar a la derecha y visitar el Convento de los Carmelitas Descalzos o de San Juan de la Cruz.
San Juan de la Cruz acompañó a Teresa de Jesús en su peregrinaje por Castilla fundando varios conventos de las descalzas. Uno de los conventos carmelitas que fundó fue este en 1586. Murió de erisipela en Úbeda, pero su cuerpo fue trasladado hasta Segovia.
Entrar en la iglesia, porque aún se encuentra allí. En el suelo de una de las capillas contemplaréis el hueco dónde estuvo su cuerpo incorrupto. Más tarde se trasladaría al mausoleo que podéis contemplar en el frontal de la capilla, dónde ahora reposan sus restos

Convento de San Juan de la Cruz





 
El convento es un buen ejemplo de arquitectura del siglo XVII. Una escalinata de piedra, a modo de subida al Monte Carmelo nos adentra en el convento, fundado por San Juan de la Cruz en 1586, sobre otro anterior, de la comunidad de Trinitarios, asentada en 1206.

Convento de San Juan de la Cruz.

Enfrente del Convento tenemos los jardines de la Fuencisla y al fondo el Santuario de la Virgen de la Fuencisla.
Es la encargada de alojar en su interior a la Patrona de la Ciudad. Construido entre los años 1598 y 1613 por Francisco de Mora al haberse quedado pequeña la ampliación renacentista de la primitiva ermita medieval allí existente.

 Santuario de la Virgen de la Fuencisla.

Una leyenda explica el origen de la devoción a esta virgen. Para ello nos tenemos que remontar al S. XIII. Una judía llamada Esther parece ser que se había enamorado de un cristiano, aunque había un problema, estaba casado. Cuando la mujer de éste les descubrió, acusaron a Esther de adultera y fue sentenciada a ser despeñada por el farallón dónde se encuentra el santuario. Antes de que la despeñaran, Esther se encomendó a la virgen y aunque tenía todas las papeletas de terminar completamente estampada contra el suelo, se levantó como si nada, sin ningún rasguño. Esther se convirtió al cristianismo y fue rebautizada con un hombre que le iría al pelo “María del Salto”. Este milagro se recogió hasta en las Cantigas de Santamaría escritas por Alfonso X el Sabio. Aunque suene a leyenda parece ser que el sepulcro de la Mari Saltos se encontraba en una iglesia que, aunque ya no existe, estuvo situada frente al Alcázar.

Posee un retablo de Pedro de la Torre en el Altar Mayor así como una notable reja barroca cerrando el presbiterio y donada por el gremio de pañeros

Santuario de la Virgen de la Fuencisla

A su lado tenemos una fuente y un poco más adelante en la carretera de Arévalo se ubica el Arco de la Fuencisla, un monumento barroco construido en el siglo XVIII en el marco de la reurbanización de la ciudad.

El arco se construyó porque existía un importante empeño municipal para reurbanizar la ciudad. Se trataba de crear una puerta de acceso a la población a través del camino real de Medina del Campo. La construcción del Arco de la Fuencisla, allá por el año 1706, estuvo rodeada de una fuerte polémica que enfrentó al arquitecto Mateo de Escobedo con el Ayuntamiento de Segovia. Incluso Escobedo ingresó en prisión y el trabajo pasó a manos de Juan de Ferreras, quien lo remató, ya en el año 1721. Estas vicisitudes explican las deficiencias de la construcción original. En la actualidad, una acera bordea por uno de sus lados el arco, lo permite a los segovianos caminar por este espacio. De hecho, esa es la estampa frecuente a determinadas horas del día, segovianos de diferentes edades, en grupos, parejas o solos, haciendo deporte con uno de los fondos más espectaculares de Segovia: El Alcázar.

Arco de la Fuencisla

Cruzamos de nuevo el río Eresma y emprendemos un repecho que nos llevará a otro de los bonitos miradores de la ruta, el Mirador del Alcázar y los dos Valles situado en la colina del Pinarillo.

Mirador del Alcázar y los dos Valles.








 
Desde aquí tenemos unas magníficas vistas de la monumental ciudad de Segovia con el Alcázar de Segovia presidiendo la vista, la Catedral, la iglesia de la Vera Cruz, el Convento de san Juan de la Cruz destacando entre otros muchos.
Su bella Torre del Homenaje, a menudo comparada con la proa de un barco navegando entre los ríos, es de una belleza impresionante. Los turistas comprueban admirados que la fortaleza forma una parte viva de esta ciudad castellana, elegida como lugar de residencia por muchos de los monarcas de la dinastía Trastámara.

Alcázar de Segovia.




 
Su imagen ha dado la vuelta al mundo, un singular castillo con apariencia de palacio de cuento de hadas, que aglutina gustos arquitectónicos de distintos monarcas y relata historias palaciegas a todos aquellos que se acercan a conocerlo.
Austero, como lo eran los reyes castellanos, elevado sobre la roca en la confluencia de los valles del Eresma y el Clamores, parece guardar la ciudad, un lugar estratégico empleado por los pueblos celtíberos y, posteriormente, por romanos y árabes.

Poco más adelante tenemos un segundo mirador, el del último pino con interesantes vistas del fondo del barranco y de la ciudad de Segovia, al otro lado, destacando la Catedral y el Alcázar.

Alcázar y Catedral desde el mirador del último pino.





 
Emprendemos una súbita bajada hasta llegar a una pequeña área recreativa que nos introduce en el valle del Clamores.
Este es un valle sin río, pero con su presencia en todo el recorrido, por la humedad y por las fuentes que escurren por las rocas.

Senda por el Valle delClamores.

La ruta discurre entre roca caliza y árboles como arces, castaños de indias, plátanos y algún tilo. El protagonista fue el olmo, aunque hoy en día quedan muy pocos. También encontraremos chopos, sauces y algún fresno que comparten espacio con multitud de clases de arbustos como por ejemplo la hiedra, trepadora por los árboles e incluso tapiza el suelo.

Acequia en el Valle clamores.

Cuando pasemos por debajo del Museo provincial Casa del Sol, cogeremos una senda que nos llevará en constante subida y al borde de unos huertos hasta el casco viejo de la ciudad.

Sendero que sube a la ciudad.

Nos recibe la Puerta de San Andrés (Monumento Histórico-Artístico desde 1941) es actualmente el Punto de Información Turística La Muralla de Segovia. En ella se ofrece información sobre la muralla segoviana.

Puerta de San Andrés.

La puerta, que también ha sido conocida con los nombres Puerta de la Judería​ y Puerta del Socorro,​ se encuentra en el lado sur de la muralla y cuenta con dos torres, una cuadrada y otra poligonal, arco peraltado, galería de irregulares ventanas, saeteras en cruz, cornisas de bolas, almenas piramidales y escudos heráldicos.
Nada más atravesarla nos encontramos con la Plazuela del Socorro en la que hacemos un alto en el camino para reponer fuerzas.

Vino Verdejo en la Plazuela del socorro

Callejeando llegamos a la Plaza mayor de Segovia. La plaza está delimitada por el ábside de la catedral y por la nueva iglesia de San Miguel, la que sustituyó a la anterior del mismo nombre, que se derrumbó en 1532, ubicada en una dirección diferente a la que tuvo en origen. La Plaza Mayor se encuentra en el centro del caserío amurallado y en ella se emplaza la Casa-Ayuntamiento, que para eso es Plaza Mayor.

Catedral de Segovia desde su plaza mayor.




 
Construida entre los siglos XVI y XVIII, la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos, forma parte del gótico tardío. Es una de las catedrales góticas más tardías de España y Europa. Se erige en pleno siglo XVI, concretamente entre los años 1525 y 1768.
Si se quiere visitar el alcázar hará que ir en dirección contraria, pero nosotros ya lo conocemos y vamos en busca de otro de los simbolos de la ciudad.

Antes de llegar a él, pasaremos por la Iglesia de San Martín (siglo XI). De origen románico a la que se le han ido agregando construcciones posteriores de otros estilos. Destaca su atrio exterior con arcos y su torre de ladrillo. Situada en la plaza Medina del Campo, frente al monumento al comunero Juan Bravo en el centro de Segovia, cuenta con un pequeño museo interior.

Iglesia de San Martín.

Seguimos bajando por la calle Cervantes para llegar hasta la plaza del Azoguejo donde se encuentra el Acueducto de Segovia.

Acueducto de Segovia.









 
Creo no exagerar si afirmo que el Acueducto de Segovia es uno de los más impresionantes monumentos de la época de los romanos que podemos vemos en la actualidad en el mundo.
Y si bien todos tenemos en nuestra mente la imagen de este famoso acueducto, cuando tienes la oportunidad de verlo en directo en una visita a Segovia, y más si es la primera vez, no deja de sorprenderte su majestuosidad.

Sierra de Guadarrama a través de los arcos del acueducto.

 El acueducto de Segovia conduce las aguas del manantial de la Fuenfría, situado en la sierra cercana a 17 kilómetros de la ciudad, en un paraje denominado La Acebeda. Recorre más de 15 km antes de llegar a la ciudad. El agua se recoge primeramente en una cisterna conocida con el nombre de El Caserón, para ser conducida a continuación por un canal de sillares hasta una segunda torre (llamada Casa de Aguas), donde se decanta y desarena, para continuar su camino.
Después recorre 813 m (con una pendiente de un 1 %)​ hasta lo alto del Postigo (el espolón rocoso sobre el que se asentaba la ciudad en torno al Alcázar). Antes, en la plaza de Día Sanz, hace un brusco giro y se dirige hacia la plaza del Azoguejo, donde salva la depresión con una arquería, que presenta todo el esplendor del monumento. En la parte más elevada mide 28 m (con cerca de 6 m de cimientos) y tiene dos órdenes de arcos sobre pilares. En total, tiene 167 arcos y no se utilizó argamasa en su construcción.

El más famoso de todos los miradores del acueducto es el del Postigo. Y es que está bien pegadito al Acueducto, tanto, que es imposible llegar más cerca de esta obra maestra.

Sibiendo las escaleras para llegas al Mirador del Postigo.


 
Es un lugar muy especial, pues es el único desde el que vas a poder hacer fotos al Acueducto “desde arriba”.
Ten en cuenta que el Postigo es un sitio pequeñito y estrecho, y suele haber bastante gente. Si coincides con un grupo grande, espera a que salgan para disfrutar de la vista tranquilo y sin agobios. Por supuesto, ten cuidado al asomarte, sobre todo si vas con niños.

Segovia desde el mirador del Postigo

Solamente nos queda coger la calle Gascos y girar a la izquierda para llegar al aparcamiento de San Lorenzo punto de partida de esta bonita excursión por Segovia.

Espero que os guste.














 

DATOS DE LA RUTA:
 
IBP= 28
Distancia Total:            8.2 Km.
Desn.  subida:                  225m.
Desn.  bajada:                 225m.
Altura máxima:          1.015 m.
Altura mínima:              920 m.
Tiempo total:        5h:46:10 h.
Dificultad:                       Fácil

PERFIL DE LA RUTA:










 






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