Barranco de la Hoz del río Gallo.

El Barranco de la Hoz es un bello paraje situado en el Parque Natural del Alto Tajo, en la provincia de Guadalajara. Ubicado en la Cordillera Ibérica, corresponde a un espectacular cañón fluvial labrado por el río Gallo.


Partiremos del Centro de Interpretación “Dehesa de Corduente", donde se puede obtener información útil sobre el patrimonio natural del Parque Natural del Alto Tajo, así como de las instalaciones y actividades recreativas existentes.

Es un edificio enorme recubierto de maderas verticales. Aquí hay una zona de merendero y de parking.

La subida a los miradores está incluida en la Geo-ruta 5, un itinerario autoguiado equipado con paneles y placas de afloramiento.

Justo al comenzar hay varios paneles donde puedes ver la flora y fauna de la zona. Es muy interesante porque el Barranco de la Hoz es una zona muy rica desde el punto de vista geológico.

Al llegar a una curva a izquierdas bastante cerrada podrás ver que nuestro sendero se sale de la pista para continuar recto hacia el pinar.

Aunque puedes subir por la pista si te da miedo perderte, el sendero por el pinar es muy bonito y merece la pena subir por ahí.

Pasado este tramo de subida por el sendero, vuelves a unirte a la pista de antes. Sigue hacia la derecha para ya empezar a descender muy poco a poco hasta los miradores del Barranco de la Hoz. Continúa siempre siguiendo las marcas del sendero, que ahora es rojo y blanco.

Pasarás junto al Refugio del Rodenal, una casa blanca que queda a nuestra derecha y justo en ese punto, hay un cruce algo lioso que es fácil de evitar, ya que hay que continuar en dirección Sur, todo recto siguiendo las marcas de sendero. Si miras el mapa en ese punto, verás que es una especie de cruce principal de caminos de toda la zona alta de estos pinares. Merece la pena la visita en otras ocasiones a algunos de los caminos que salen en los laterales.

Disfruta plenamente de esta pista que te lleva hasta los miradores. Solo escucharás el canto de los pájaros y el sonido del viento chocando con las copas de los árboles. Constantemente verás a los lados del camino riachuelos que nacen de fuentes de la zona.

Vamos ya en dirección a los miradores, la auténtica estrella del recorrido. La pista inicia un ligero descenso durante unos cuantos cientos de metros hasta llegar a los miradores.

No hay palabras para describir lo espectacular y bonita que es la vista desde el más alto de ellos. Surge una vista del Barranco de la Hoz con el Río Gallo en su parte más baja y con esas inmensas moles de arenisca en su parte alta y de conglomerados en su parte baja que te dejan con la boca abierta.

Conglomerados y areniscas son las rocas que forman las paredes del cañón, y en los que la erosión fluvial ha dejado al descubierto interesantes estructuras sedimentarias que informan acerca de cómo eran las condiciones de sedimentación cuando se formaron las rocas.

Desde los cortados de la parte alta del cañón se pueden divisar diferentes tipos de rapaces y al pie de los escarpes se sitúa la Ermita de la Virgen de la Hoz

Por ello, este lugar aúna valores paisajísticos, geológicos, ecológicos y culturales. Si a esto se añade su fácil accesibilidad, se entiende que su visita suela ser del agrado de todo tipo de públicos. 

Por otro lado, el interés de la serie estratigráfica presente en el Barranco de la Hoz hizo que, este enclave, fuera seleccionado como uno de los lugares de interés geológico españoles de relevancia internacional

Las rocas que se pueden observar en este lugar son mayoritariamente conglomerados y areniscas depositados en el tránsito entre el Pérmico y el Triásico inferior. Los cantos y granos son de cuarcita, y poseen un característico color rojizo. Se formaron en cursos fluviales de hace aproximadamente 250 millones de años. Conocida con el nombre de Facies Buntsandstein, es una unidad geológica muy característica de todo este sector de la provincia, y también aflora en otros lugares como la Sierra de Caldereros, Chequilla o Sigüenza. Su nombre hace referencia su color rojizo.

En realidad, se trata del más alto de una serie de tres miradores a los que se accede a través de una sinuosa senda tallada con escalones sobre la propia roca.
Los dos miradores intermedios proporcionan vistas interesantes del cañón y el superior, una visión más general, por lo que es recomendable visitarlos todos. Mientras el mirador superior cuenta con un panel que ayuda a la identificación de aves, los dos intermedios ofrecen información geológica correspondiente a la Geo-ruta 5.

Además, y aunque los pinos Pinus pinaster predominan en las laderas al ser capaces de crecer hundiendo sus raíces entre las rocas del barranco, flanquea el río Gallo un bonito bosque de ribera. En otoño, este bosque galería adquiere multitud de tonos, creando una postal digna de ser fotografiada. A última hora del día las luces artificiales que iluminan las rocas hacen que la panorámica adquiera un aspecto diferente.

Vamos bajando por una sinuosa senda horadara en la roca que nos llevará al segundo mirador del barranco.


El segundo mirador, conocido como La Cueva, se sitúa unos metros más adelante. En él, se pueden observar marcas de las raíces de pequeñas plantas que crecieron en los sedimentos arenosos y arcillosos de las orillas de aquellos antiguos ríos. Sus moldes y el posterior relleno por materiales más finos y concreciones salinas han quedado grabados en los sedimentos, aportando una valiosa información acerca de las condiciones ambientales de la época.
Una placa de afloramiento permite reconocer estas marcas en los sedimentos. Esta cueva fue visitada por el Padre José Torrubia en 1753, ya que un cabrero había encontrado grano y unos enormes huesos. Con el fin de esclarecer el misterio de los huesos de gigantes, Torrubia subió hasta la cueva, inaugurando, con esta y otras visitas a cavidades, la espeleología científica en España.

Mirador de la cueva.

Llegamos al tercer mirador, aunque normalmente más alto significa mejor, en este caso el mirador medio es quizá el más bonito.

Permite imponerse al bosque que predomina abajo, compuesto especialmente de pinos. Así, se pueden ver las formaciones rocosas de alrededor de una manera excepcional. Desde este saliente se aprecian perfectamente las paredes del cañón. Uno queda rodeado de torres rojizas y cortes pétreos enormes, con el vacío delante.

Un panel interpretativo ayuda a entender mejor el proceso de sedimentación de las areniscas. Es evidente que una corriente fluvial requiere más energía para transportar cantos como los de los conglomerados que los pequeños granos de arena que forman las areniscas, por lo que el paso de conglomerados a areniscas en la sedimentación marca un cambio en la red fluvial en la que se acumularon estos sedimentos. De esta manera, la red fluvial evolucionó hacia sistemas más estables y con menos energía de arrastre. También, en la subida, una placa de afloramiento muestra unas marcas producidas por antigua corriente fluvial, y un panel ayuda a descubrir cómo se formaron las espectaculares estratificaciones cruzadas que se pueden ver en este lugar.

Vistas desde el tercer mirador
 Seguimos descendiendo por la senda y ya vamos viendo más de cerca el cauce del río Gallo.

 

 
Llegamos al lecho del río que luce un aspecto magnífico en este día, los tonos amarillos, ocres y naranjas confieren a este lugar un colorido espectacular.
 

Ahora nos acercamos a la ermita o santuario de la Virgen de la Hoz, no es un gran templo, sino que se conserva más como ese pequeño lugar sagrado rural que uno puede imaginar tras la leyenda anterior.

Se trata de una simple nave de estilo románico-gótico bajo una de las enormes masas rocosas monolítica que nos rodean en este cañón fluvial. 

Lo primero que sorprende son unos cancerberos labrados que dan acceso a lo que debía ser la antigua hospedería y las imponentes paredes verticales donde se encuentra encajado el conjunto.

Este lugar ya aparece documentado por primera vez en 1168 como el Santuario de Santa María de Molina, años después que Alfonso I de Aragón conquistara Molina y su Tierra en 1129, aunque su arquitectura actual data del estilo románico del siglo XIII.
Su interior es el de un lugar sencillo, lejos de las pomposas decoraciones de otros templos católicos, compuesto por arcos góticos, construida en sillar de buena calidad y con varias capillas (San Blas y San Antonio), además de un presbiterio que da acceso al Altar Mayor con un magnífico retablo dorado barroco de comienzos del siglo XVIII  y el camarín de la Virgen.


 
En el lado opuesto al Pórtico sur que da acceso al templo se encuentra la llamada Gruta de la Aparición, una pequeña cavidad donde una imagen de la Virgen señala el emplazamiento exacto donde parece que tuvo lugar el milagro siglos atrás.
 

 

Se cree que desde entonces los Señores de Molina (1231), la orden religioso-militar de los Templarios (finales del S.XIII y comienzos del S.XIV) y los monjes Cistercienses de Ovila (1321) serían los encargados de cuidar del monasterio hasta que el caballero molinés Fernando de Burgos rehabilitara la ermita, construyera una casa para ermitaños y lo convirtiese en lugar de culto y peregrinaje hasta nuestros días.



Me llama la atención una preciosa fuente labrada en piedra a la salida del templo.

 
Para continuar la ruta, toma la carretera que va hacia Corduente en dirección Este. Este tramo de carretera es inevitable así que ve siempre por la izquierda y con mucho cuidado. En este punto puedes parar a comer en el merendero que hay junto a los aparcamientos.





Este tramo es espectacular en esta época del año, una explosión de colores nos sorprenden a cualquier dirección en que miremos.



Llegaremos a una pequeña área recreativa donde pararemos al almorzar, tendremos una bonita fuente también a nuestra disposición.


 
Justo al lado del área recreativa nos acercamos al monumento a la guardería forestal. Una construcción de roca de color rojizo que se alza a un lado de la carretera.Debes ir hacia él para ver dónde comienza el sendero que nos va a llevar de vuelta a Corduente.
 

Atento/a a este tramo porque es un sendero no fácil de seguir. Tendrás que orientarte a veces con el mapa y buscar el siguiente palo o marca de sendero. Tomando este sendero, dejarás atrás el barranco.
Comienza en subida hacia unos pinares que se ven al fondo. Es una zona curiosa porque a veces el suelo se convierte en colores negros debido a las placas de pizarra fragmentadas que hay por esta zona.

Sigue el sendero hasta unir a la pista forestal que ya sí, nos lleva hasta Corduente

Llegamos a las inmediaciones de las zonas deportivas de corduente, seguiremos el sendero en dirección al Centro de interpretación de Corduente donde encontraremos el aparcamiento desde el cual comenzamos la ruta, dando está por terminada.

Espero que os guste.

 

 

DATOS DE LA RUTA:
 
IBP= 38
Distancia Total :    9.38 Km.
Desn.  subida :      292 m.
Desn.  bajada :      292 m.
Altura máxima :   1.197 m.
Altura mínima :    1.037 m.
Tiempo total :       3:43:10 h.
Dificultad:           Fácil.

PERFIL DE LA RUTA:






 

 

Fuentes: 

https://viajes.chavetas.es/guia/castilla-la-mancha/barranco-de-la-hoz-ermita-mirador-guadalajara/

https://www.senderismoguadalajara.es/barranco-de-la-hoz-corduente/

https://alto-tajo.com/item/mirador-del-barranco-de-la-hoz/ 

https://www.igme.es/patrimonio/Lig/Bco_Hoz/EL%20BARRANCO%20DE%20LA%20HOZ.pdf

 https://www.exploraturuta.com/el-barranco-y-el-santuario-de-la-virgen-de-la-hoz/

 








Comentarios

  1. Qué preciosidad de ruta, de fotos .... y como siempre, muy bien documentada. Gracias por compartirla

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    Respuestas
    1. Hola Toñi,
      Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar.
      Espero que puedas ir a conocer la zona, te va a encantar.
      Nos vemos!

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  2. Hola.

    Es un paraje que hace tiempo quiero visitar. Me llama mucho la atención todo ese conjunto de torres y oquedades, que se ha formando en torno al río Gallo, que sin duda en otoño, resulta aún más cautivador.

    De momento, me conformo con verlo en fotos, ya que está cerca de los límites con Aragón. Por cierto, conoces algún otro rincón cercano para completar el día (además de visitar Molina de Aragón).

    Salud y montaña

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  3. Hola Eduardo, puedes completar la visita yendo a la ermita de Montesinos y el mirador de Zaorejas, pero esto otro es dirección a Madrid y no sé si te cuadrará.

    En el centro de interpretación, te podrán orientar, son muy amables.

    Un saludo.

    ResponderEliminar

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